27.3.07

Ria Wickness loves dead birds


Cuya piedra sopló estas palabras:


Calla niña tonta, no tienes un Sígil que te proteja.

Piensa que la prudencia es un silencio de ojos abiertos.

Todo lo demás es artificio.

Esa es la palabra que deberían oficiar tus manos para deshacer la trama.

Pesados telones de seda que cubren de presagios las pulilas de la tarde.

Calla criatura o no te lo diré.

¿Acaso no has visto la luna?

La que llaman Nocturna vendrá.

La no-madre te odia por los pasos sin miedo de tu infancia.

Tu risa la ofende en un tormento de confusion y anhelo.

No pronuncies su nombre.

Llámala polilla, tejedora, llámala la bruja roja que baila en el rabillo.

Nómbrala con voces de máscara y hechizo.

Ella es la esclava que sostiene el espejo de la muerte.

La que diseca el destino de criaturas que tuvieron el coraje de soñar.

Si te fijas bien, sus dientes sostienen alfileres para emponzoñar los corazones.

Calla inocente.


Que te haré cosas sin nombre.

Serás un templo arrasado por demonios.

¿Puedes verlo?

Las nubes negras gloriosas se quiebran.

La lluvia es viajera del cielo y llega a tiempo para saciar la sed de nuestro mundo.

Soy una piedra mordida por oscuros hacedores.

Si callas compartiré la noche contigo.

Más tarde arrullaré tus huesos en lo profundo de este bosque moribundo.